MARTÍN PRIETO
El Mundo. Lunes, 02 de junio de 2008
Somos lo que creemos ser, lo que los demás creen que somos y hasta lo que pudimos ser y no fuimos. Lo importante es cómo nos ven, misterio que no resuelven las agencias de imagen y que no desvelan los sondeos de opinión. Como en las viñetas, ya las mujeres de Atapuerca debieron adornarse la cola de caballo con un hueso, y siempre los hombres han pretendido influir en la decisiva visión ajena; pero mudan los caprichos y hoy no serían dirigentes de masas un obeso alcohólico como Churchill o un poliomielítico como Roosevelt. La mitad de Obama es su flacura, esa forma elegante que tienen los negros de mover las manos y la visión de un mulato cosmopolita criado en un país islámico. Más vale caer en gracia que ser gracioso.
La valoración que de nuestros políticos da el Centro de Investigaciones Sociológicas es desconcertante. El continuado aprecio de los españoles por la vicepresidenta, Fernández de la Vega, es un arcano. Gracias a su suerte o habilidad nunca se ha publicado de ella una biografía mínimamente crítica, desde su infancia privilegiada a sus oropeles judiciales. Será muy simpática en la privacidad, pero se dirige a los ciudadanos en un tono didáctico regañón, insufrible, como si no entendiéramos nada o le debiéramos algo. Quizá valoremos su aspecto anoréxico, el epatante vestuario o sus banales giras africanas repartiendo buenismo entre las negras. Trabaja mucho, pero no se sabe si para procurar el bien de todos.
Carme Chacón resulta más apreciada que el propio Zapatero. No se sabe si por catalanista o por cómo susurra «¡Viva España!» en las paradas. Como ministra de Vivienda hizo un proyecto de retales para un cajón, y en Defensa está inédita. Me malicio de que la alta consideración que merece se debe a sus viajes embarazados a Afganistán y el Líbano. En eso, el mejor hombre nunca la podrá emular, damos en el feminismo biológico. La gestación como rédito político para consumo del pensamiento débil. ¿Y qué suponemos de Cristina qué? Parece que es ministra de Ciencia e Innovación, e innova con aprobado alto entre los españoles que no conocen ni su voz y menos lo que pretende hacer.
Como representantes de otras ministras desaparecidas en combate destacan la de Igualdad, que no tiene ni sede, y la de Vivienda a la que mandan a los actos oficiales para que vayamos conociendo su aire impávido a la familia Adams. Parece la ministra del Nicho.El lema del Estado Mayor alemán: «Ser antes que parecer». Aquí, todo lo contrario.
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