No hay zumbido más manso, más ameno,
que el del ventilador en el verano:
un iris gris, un vértigo sereno,
una música muda, un son liviano,
un ventalle de palmas puro y pleno
que adormece o despierta, nana o nano.
No nos falte su brisa cantarina
si la ira de Helios no declina.
Filed under: Poemas | 2 Comments »