-Pensarás que ha sido bueno tu chiste –mi esposa.
-Por lo menos, ha sido breve –yo.
Lo breve gana terreno, lo antirretórico, el texto que cabe en una uña.
Nunca me había interesado por Cioran. Ahora, con motivo del centenario de su nacimiento, he leído en la prensa algunas páginas que me ha predispuesto a acogerle en mi biblioteca en cuanto haya ocasión. Al parecer Cioran ha sido un pesimista que se reía de su pesimismo. Y al parecer sólo escribía unos aforismos a los que quizá mejor llamar afuerismos, o ciorines. En nuestro tiempo está habiendo muchos escritores de géneros breves que hacen lo que hizo Ramón Gómez de la Sorna –o de la Sarna-: inventarle un nombre a su género: las volaterías de Baltanás, por ejemplo.
Así yo, cuando leí en un corso de Pérez-Reverte que Delibes había dicho que Umbral escribía como meaba, en seguida pensé: qué buen nombre para el género umbralense: “Micciones”.
Y, sin ir más lejos, yo mismo estoy a punto de inventar un género breve que creo que va a gustar. Todavía no me he decidido por el apelativo que pondré a la criatura, pero casi ya me decido. Creo que lo bautizaré con este nombre –alto, sonoro y significativo-: Inventosidades. Y si no gustare por bueno, espero que no disguste por breve.
Filed under: Antogonías | Leave a comment »