El grajo certepático que habita
esta yerma ladera, no carroña:
come lo que me quita de ponzoña,
cébase con la podre que me quita.
Un grajo gris cuyo graznido imita
plañir de melancólica zampoña,
no se sabe si en serio o si de coña;
un grajo algo guasón aunque eremita.
Que yo preferiría una garcilla
alba y pura y púdica y silente,
quién lo duda. La vida, qué sencilla
si pudiera elegir la humana gente
manes, virtudes, vicios, tierras, lares
y el ave que la alivia de pesares.
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