• Páginas

  • Archivos

  • junio 2013
    L M X J V S D
     12
    3456789
    10111213141516
    17181920212223
    24252627282930

P2

Hace unos cuantos años, ni muchos ni pocos, estando un servidor en la conserjería/portería/copistería del suo insti, se produjo ante mis ojos el encuentro y saludo de Maestra de 6º de Primaria Visitante (con su grupo de alumnos, que al curso siguiente pasarían al instituto) y Nuestra Orientadora.

-Hola, ¿qué tal estás…? ¿Cómo van estos niños?

-¡Ah! Ellos se lo pasan bien. Se tiran sus peíllos y se divierten.

Me quedé tupifasto. ¡Qué clase de primera respuesta, de primera frase del encuentro era aquella! Conste que yo conocía, conozco, soy amigo, sé de sobra la incuestionable calidad profesional de esta maestra. ¡Qué tiempos, señor, pensé! Y no olvidé.

Durante el presente curso, que ya, ¡por fin!, acaba, en alguno de mis segundos de la ESO (¡segundos fuera!), la frase que más he oído ha sido “¡Aquí güele a peo!”

Qué ambiente tan idílico, tan adecuado para la lectura entusiasta de un poema, “Avecedario” o “Vergüenza” de Miguel d’Ors, por ejemplo.

Hoy, en esta dicha y dichosa clase de 2º de ESO, un alumno de los más tímidos y respetuosos del grupo, ha padecido el percance de un escape, o escapedo, indisimulable ante mí y ante algunos de sus compañeros. Los cuales han hecho todo lo posible por zaherirlo y ridiculizarlo, mientras él pedía perdón y yo contraatacaba reprochándoles su “mala índole” –ahí los he dejado perplejos: “¿Qué nos está llamando el maestro?”-.

Angelicos, me digo, los escapantes, o los escapeantes, y sus persecutores. Es penoso perpetrar un pedo ante oídos inmisericordes, y más penoso perseguir un pedo escapado para volverlo a encerrar.

En fin, amigos míos, así están los institutos públicos de ustedes. Queremos mantener estabulados –enaulados, sí- a los niños durante muchas horas, con tapones en los bajos para evitar hediondas emisiones, y con los altos bien abiertos para que reciban la ciencia. Pero con no poca frecuencia los tapones cambian de posición: cierran la entrada a la ciencia mientras dejan el paso franco a la evacuación de la pestilencia.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: