Segador, a la faena;
pero no cunda la prisa:
de nada sirve segar
sin atar bien las espigas.
“Todo atado y bien atado”,
decía Paco el Colilla;
y vientos de libertad
deshacían sus gavillas.
Segador que matas siegas
para darlas a la trilla,
aunque tú matas las matas
las semillas siguen vivas.
Filed under: Poemas |
Deja una respuesta