• Páginas

  • Archivos

  • mayo 2014
    L M X J V S D
     1234
    567891011
    12131415161718
    19202122232425
    262728293031  

Tiempo voluble, la primavera

Ayer, un día apacible, calmo de vientos, con sol a medio cielo, el monte de postal y la playa de delicia. Un joven pescador, arpón en mano, sacaba un saco (perdón por la rebuznancia), un saco lleno de pulpos. Ante mi asombro, me comentaba que la jornada de pesca no había sido de las más afortunadas para él, sólo normalita. Pero yo lo veía retirarse, de la playa hacia el coche, con su pesado saco a la espalda, y seguía con mi asombro.

Luego hubo que dedicarse, durante un rato, al mantenimiento de la bici, que alguno requiere, si no estamos dispuestos a permitir que se nos convierta en material para el chatarrero.

Hoy el día se presenta distinto. En la madrugada ha estado lloviendo, a ratos con bastante fuerza; y se ve que vamos a tener una jornada de chubascos intermitentes. Así que centraremos la mañana en la lectura y el estudio. -¿Estudio de qué? -Pues del inglés, si no os importa. Que yo este idioma lo había venido dejando para la jubilación, y ahora estoy en ella y en ello. Sin profesor. No porque yo no valore suficientemente la figura y la labor del profesor (¡estaría bueno!), sino porque me he dejado ganar por los jubilosos aires de la libertad de horarios. Y porque hay miles de profesores dispuestos a ayudarnos gratuitamente a través de Internet. Aunque, la verdad, yo sólo estoy utilizando dos páginas web, La Mansión del Inglés y el Traductor de Google. Con ellas, unos folios y un cuaderno, echo el rato, que puede ser más largo o mas corto, según el día, pero siempre placentero: lo que tiene la deformación filológica.

Me objetan por aquí que esa no es manera moderna de aprender un idioma, pero yo no hago caso de tal objeción. Yo no estoy pensando en visitar Londres, aunque algún motivo personal o familiar tendría para ello. Pienso más bien en algo así como leer Donde van a morir los elefantes, de José donoso, o Carlota Fainberg, de Antonio Muñoz Molina (en ambos casos estaría releyendo) e ir enterándome de lo que significan todos los inglesajos que meten estos hispanos tan americanados. Porque para llegar a leer un libro en inglés creo que no me va a durar la vida, aunque quién sabe. Por lo pronto, me meto en mi relato de Jack London, que será adaptado, pero en inglés íntegramente. Y con London y Keesh dejo este día de chubascos mediterráneos y me voy a vivir among the Eskimos, where the land meets the ice, to hunt the bear.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: