Enrique se ha enriquecido
con dinero fraudulento.
Y su primo, ni te cuento.
Mientras yo, que me comido,
ando criando en un nido
como de lagarto o zorro.
Tendré que pedir socorro
a Enrique y a su cormano.
Que me echarán una mano
robándome mi chinchorro.
Filed under: Versos |
Deja una respuesta