Al joven hay que educar
con algo de mano dura;
pues su egoísmo se cura
imponiéndole ayudar
a quien carece de hogar
o, huyendo de la violencia,
se asoma a nuestra conciencia
y nos pide humanidad.
Que la generosidad
no relumbre por su ausencia.
Filed under: Versos |
Deja una respuesta