Yo soy el que bebe vino
y eres tú el que se avinagra.
Qué felicidad tan magra
disfrutas en tu camino.
Más que hombre eres espino:
hieres a quien se te acerca.
Cierto que la vida es puerca
que pare muchos lechones,
cada uno con sus dones,
sus dones con los que merca.
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