La playa es maravillosa
pero tiene algunos fallos.
Mientras te ablanda los callos,
te va llenando las posa-
deras de arena picosa.
Desierta o semidesierta,
nuestros sentidos despierta
para todo lo sublime.
Si nos enreda y redime,
nos convierte en carne muerta.
Filed under: Decimanía |
Deja una respuesta