• Páginas

  • Archivos

  • noviembre 2017
    L M X J V S D
     12345
    6789101112
    13141516171819
    20212223242526
    27282930  

Recomendaciones para una noche de poca paz

No sé si le pasa a todo el mundo o sólo a mí. Cuando en la alta madrugada he estado durante mucho rato desvelado, intentando volver a dormirme, para no sentirme luego, todo el día, hecho unos zorros, si lo consigo, si vuelvo a dormirme, sistemáticamente me asalta la pesadilla, que me despierta rápida y abruptamente, y me hace lamentar mi torpe empeño.

Si ya has visto que no te vas a volver a dormir sana y apaciblemente, levántate y busca una ocupación, aunque sea la de estar cómodamente sentado en la oscuridad, dejando que tus ideas se pongan en orden ellas solas, sin tu ayuda, espontáneamente. Puede que se te ocurra algo que merezca la pena de ser escrito. En ese caso, das la luz, coges un boli (te recomiendo que tengas, entre tus objetos cercanos, un cuaderno o una carpeta de campo con folios) y redactas un borrador. O puede que te surja curiosidad por echar un vistazo a las novedades noticieras que proporcionan tus periódicos predilectos. Tendrás a mano, sin duda, un ordenador, tableta o móvil. Ponte a ello.

No es recomendable que adelantes la hora del desayuno. Éste se toma a la hora correcta, que coincide con espacios radiofónicos (¿no tienes aparato de radio en la cocina?) de tu agrado, que te van entrando por los oídos mientras los alimentos te entran por la boca. Y, hombre bien desayunado, hombre preparado para afrontar los embates del día.

Dejo para mañana, desoyendo algún refrán, lo que era el objeto central de hoy: la causa —puta causa— que me despierta últimamente a media noche, y las imágenes —en movimiento— que han constituido mi puta pesadilla de hace un rato.