Soy esclavo de las cosas
que he acumulado en mi casa.
Por torpe, esto me pasa.
Mis apetencias golosas
hacen que, si veo rosas,
ya las quiera en mi jarrón.
Sé que las rosas no son
propiedad de ningún ente.
Por qué se empeña mi mente
en que estén en mi salón.
Filed under: Decimanía | Leave a comment »