No tengo imaginación;
y contar lo que me pasa,
o lo que pasa en mi casa,
sería abominación.
Pero tengo mi afición:
la de lanzar estos trinos
al viento. Si no son finos
cantares, sí que son breves:
cual silbos de aguzanieves
en los campos y caminos.
Filed under: Decimanía | Leave a comment »