Lo más triste y aberrante
de la sociedad humana:
que haya gente que se afana
por acatar cada instante
unos dogmas. Que no aguante
tu mente esa sumisión.
Es la humana condición
ir errando y aprendiendo.
De la verdad el refrendo
lo da la comprobación.
Filed under: Decimanía |
Deja una respuesta