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Otro cuaderno de versos

Entre las magias que me arrebataron en mi infancia y primera juventud -el cine, la música, el teatro, la literatura-, ninguna ha sido tan constante en mi vida como la literatura, seguramente por ser la más parca en necesidad de medios para su cultivo: una persona y un libro; una persona, un trozo de papel y un boli. Leer un buen libro en medio de la paz del campo, en primavera o en verano; leer junto a la chimenea o el brasero en invierno; leer sentado en la hierba, en una piedra, en una silla, en una mecedora. Qué asequible el gozo de leer.

Y de entre todas las lecturas posibles, la más noble y sublime, la más simple y compleja a la vez, la más próxima al prodigio, ha sido siempre la de la poesía.

Sin embargo creo que, en los dos últimos años -aproximadamente-, no me he comprado un libro nuevo de poesía ni he releído ninguno de los que están a mi disposición en las estanterías de la casa. Y a lo peor tampoco he escrito ningún poema que merezca el marchamo de la poesía verdadera.

Con la mucha edad acumulada, nos falla el entusiasmo -el «endiosamiento», que es lo que viene a significar el sustantivo entusiasmo-. El peso de lo vivido nos va pegando a la prosa de la tierra, del humus: nos hace más humanos, menos divinos. Así, nada de extraño tiene que Jon Juaristi, poeta cierto, llegado a la cincuentena, titulara su nuevo libro de poemas Prosas (en verso).

No sé si, entre los poemas que yo he compuesto entre el 25 de septiembre de 2013 y ayer, hay alguno que merezca el nombre de poesía. Quizá ninguno pasa de pasatiempo de jubilado. Casi todos han ido apareciendo en este blog. Ahora he considerado acabado y he cerrado este cuaderno; y le he puesto -o confirmado- el título: Frutos secos. Lo cuelgo aquí, en la pestaña de «Versos», por si a alguien le interesa.

No sé si seguiré escribiendo versos. Lo que sí sé es que los momentos de arrebato, de entusiasmo, de exultación, si los hubiere, serán cada vez menos. Aun así, procuraremos que la sonrisa, la sabia sonrisa de la prosa cervantina, no nos falte.

Una respuesta

  1. Enhorabuena por añadir un nuevo cuaderno a la colección y desde mi nula sapiencia para valorar la bondad de tus versos, sólo te puedo decir que la mayoría me gustan.
    Saludos, ignacio

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